Empezar

 

No sabía por donde ni cómo  empezar a contarme lo que pasaba, ni a decidir qué hacer con su vida...

Ella, porque se trata de ella, estaba en un momento crucial de su vida. Ya grande, en pareja desde hacía muchos años con quien creyó era el amor de su vida, ese amor que creyó eterno, de otras vidas, y todo lo que pudo imaginar cuando llegó a su vida, había transitado tantísimos años dando pasos pequeños y largos, pero siempre, sola, aunque creyó estar con alguien.

Hoy, este año, hace poco, cayó en la cuenta de eso. No era poco haber despertado. Pero que lindo hubiera sido haberlo hecho antes. Se había dado cuenta desde hace tiempo de lo que pasaba pero fue perdonando, perdonándose también por haber elegido ese camino, aprobándose y felicitándose porque quería convencerse que de otro modo nada hubiera aprendido, y en el fondo, sabía que no era así. Sabía que todo era para justificar lo mucho que se había equivocado.

Pensaba mucho en ello. Daba vueltas y vueltas sin llegar a una conclusión, sin tomar una decisión.

Las veces que quiso hacerlo, es decir, comenzar una nueva vida, intentar avanzar y no simplemente dar 2 pasos hacia adelante y cuatro para atrás... que era lo que venía sucediendo hasta ahora.... no pudo, no lo logró, se murió de pena y conmisceración por quien tenía a su lado, temió por su vida, por no saber que sería de él, creyó que se convertiría en la peor del condado por dejarlo, sintió que no podía ser tan mala persona al dejar a alguien así, que prácticamente quedaría desvalido.

La última vez que lo había intentado, hace unos cuatro años, decidió quedarse, fue algo así como decidir inmolarse, quedarse en el mismo lugar, con la misma persona y que esto fuera para siempre, había hecho esa promesa, pero él, se encargó en todos estos años de que ella cada vez tuviese más ganas de deshacer esa promesa, porque se comportaba prácticamente como un desquiciado.

Siempre habían tenido grandes peleas, a las cuales él, ni siquiera quería calificar de discusiones, cuando para Ella eran terribles, y de las cuales muchas veces le había resultado muy difícil reponerse, salir entera, hablo de daños sicológicos y no físicos, pues no se llegó nunca a eso, lo cual a estas alturas significaba una bendición con tanto femicidio y maltrato hacia las mujeres que hay.

Luchó por muchos años prácticamente sola y contra "molinos de viento, como el Quijote" solía decirme siempre y ahora ya estaba realmente cansada, como viendo el final del camino, pero tenía miedo, mucho miedo. Por él, por ella, por todo. También tristeza y bronca, porque no era justo que tantos años de lucha se tiraran por la borda, y no era justo tener que volver a empezar.

Pero también, tenía que preguntarse si lo mucho o poco que le quedara por vivir, quería seguir viviéndolo así, más allá del lugar en donde vivían que no le gustaba, o la vida que hacía que no la completaba, debía decidir si quería seguir compartiendo la vida con alguien que la estaba haciendo sumamente infeliz.

 Y ese es el comienzo de todo. Iremos para atrás y para adelante para comprender todo, y luego intentaremos ayudar a tomar una decisión.

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