Ella

 Por ahora, soy Ella, tal vez me conozcas, de algún lugar, de alguna vida, de algún otro u otros blogs, pero aquí soy la que soy y también nadie.

Durante años pensé en esto, como encararlo, como mostrar al mundo otra faceta de mí, a través de lo que considero me sale mejor: escribir. Y aquí estoy, intentándolo.

Me comprometo a brindar todo de mi y a compartir con vos parte de lo que siento que me está haciendo mal, y que quiero soltar porque luego ya no podré y si suelto tal vez te haga bien a vos, que me lees. 

Quizá se acerquen a este blog personas que no comprendan bien lo que quiero expresar, pero no importa. Sé que por algo llegarán y que algo les hará bien, o las nutrirá.

Soy un ser anónimo. Puedo ser vos. Pensálo. 

Si te sentís tentada/o  a criticar, fijáte que cualquiera de las cosas que cuente aquí, te podrían haber pasado a vos, o a alguien que conozcas. 

Entonces, no juzgues, acompañáme en este camino. 

Tal vez con tu compañía, se me haga más fácil seguir en la carrera de la vida. 

Porque confieso que muchas veces sentí la tentación de bajarme.

Esto mismo que te estoy diciendo, así tan abiertamente, no significa que este blog sea un bajón o una apología sobre la depresión. Para nada. Solo me libero. Solo quiero volar.

Por eso escribo para volar, para desprenderme de esta dimensión del sufrimiento actual y aparecer en un lugar mejor, como el del diseño que elegí para el fondo y portada de este sitio: parece algún lugar de Grecia. Me gusta, me transporta.

Solo te agradezco por estar aquí y por recorrer aquello que pueda compartir con vos